Comprendiendo la gestión del conocimiento
Un tema que
constantemente abordamos en clase es “la gestión del conocimiento”, el cual
sabemos que es complejo, pero a lo largo de este texto trataremos de clarificar
algunas ideas para su comprensión.
Primeramente, nos
gustaría decir que la gestión del conocimiento implica dos procesos: la
creación y la difusión de este.
Por un lado, es
importante aclarar que el conocimiento, está conformado por las dimensiones
tácita y explícita, las cuales se encuentran interrelacionadas y conforman el
conocimiento que usamos para cualquier actividad. Es decir, un conocimiento
tácito (personal y dependiente del contexto) puede explicarse a través de la
dimensión explícita, la cual permite que el conocimiento sea transmisible gracias
a un lenguaje. Por ejemplo: el ubicarnos en un espacio geográfico sería un conocimiento
tácito, y al querer compartirlo con alguien más, lo hacemos mediante un mapa y
nuestra habilidad de darlo a entender; en pocas palabras, la dimensión
explícita permite comunicar a los demás la dimensión tácita de un conocimiento.
A su vez, identificamos
que existen dos niveles de conocimiento:
- El individual: comprende todo aquello que se obtiene de la mano del propio entorno que nos rodea, el cual, si se modifica, entonces también adaptará lo que conocemos.
- El organizacional: es un nivel más colectivo en donde el conocimiento es compartido y a la vez generador de este, como una red conformada por el conocimiento personal que al estar en contacto con el de otros se enriquece, modifica y readapta. En resumen, el papel de las organizaciones como tal radica en la fomentación e impulso de la acción de compartir conocimiento.
En relación con lo
anterior, surge el tema de cómo se crea dicho conocimiento, y la respuesta es a
través de los procesos de aprendizaje; lo cual definimos como la manera o los
medios que utilizamos para construirlo.
Pasando al tema de
la difusión, nos percatamos de que su importancia radica en que, si el
conocimiento no se difunde, este no puede seguir creándose. La principal razón
de que sea relevante el difundirlo es precisamente porque se considera que el
conocimiento tiene un valor merecedor de socializarse para la creación futura
de uno mayor.
En el caso de las
organizaciones, no sólo es importante recuperar el conocimiento de cada colaborador,
sino también de lo que se construye colaborativamente con los otros, es decir,
los conocimientos de la organización.
A manera de
conclusión, creemos que como educólogas asumimos el rol de facilitadoras que distinguen
la diferencia entre conocer y conocimiento. Dentro de una organización, nos aseguramos
de entender la gestión del conocimiento, no como una mediación, sino como una
disciplina que nos ayuda a abordar sus problemáticas, buscando que esta
aprenda, difunda y transmita el conocimiento.
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